domingo, 26 de diciembre de 2010

El fósforo , la orina, gatos y otros elementos


Nos hicieron odiar la química, las matemáticas y la física en el colegio. Y nos hicieron odiar aún más las matemáticas , la física y la química en la educación secundaria. De la universitaria tengo poco juicio ya que sólo tuve un fugaz y frustrante contacto como estudiante de Biología. Nos ahogaron en formulaciones, problemas , exámenes y en el recitado memorístico de leyes ininteligibles y extrañas. Sin embargo, recuerdo con emoción aquellos escasos y sencillos experimentos que, en ocasiones, nos hacían realizar en pequeños grupos como hacer tablas de mediciones con un termómetro o provocar una reacción química espectacular combinando tal o cual compuestos. Lo que nunca pude imaginar es que tras todas esas grandes mentes dotadas de distinciones y premios Nóbel que legaron a la posteridad sus grandes descubrimientos y logros científicos, hay personas de carne y hueso, con sus glorias y debilidades, sus lucimientos, vicios y oscuridades. Estas historias son apasionantes y si nos la hubieran contado tal vez hubiéramos visto las matemáticas, la física o la química con otros ojos más humanos y más emocionantes.

De las oscuras hechicerías, ungüentos, esoterismos y pócimas misteriosas hasta la moderna ciencia de hoy, ha habido un largo y sinuoso camino, sembrado de piedras filosofales, mártires y héroes, embaucadores sin escrúpulos y científicos visionários, laureados y olvidados. Un largo camino que ha visto incluso convivir en una misma persona la ciencias y el esoterismo .Sería difícil hacer una lista de cuantas mentes cabales acabaron sucumbiendo a la quimera de transformar el plomo en oro o conseguir la fórmula de la piedra filosofal. Tal vez el que sigue sea sólo un ejemplo entre otros muchos posibles de esta extraña convivencia de saberes y creencias enfrentadas que desembocaron tal vez accidentalmente , en descubrimientos inverosímiles.

Hace poco leí en un libro de divulgación científica* una curiosa anécdota acerca de un personaje llamado Hennin Brand, alemán a medio camino entre la alquimia y la ciencia. Corría el año 1695 y el señor Brand estaba convencido de que se podía destilar oro de la orina humana. Así como lo oyen, oro. Es de suponer que por su analogía cromática o por alguna remota premonición o llamamiento alquímico. El caso es que para tal fin reunió unos 50 cubos repletos de orina humana y los guardó durante meses en el sótano de su laboratorio. Mediante diversos procedimientos "misteriosos" consiguió convertir dicha orina en una pasta tóxica y algo traslúcida, algo así como la cera. Por supuesto, nada que se le parezca ni por aproximación al deseado oro. Pero , y aquí está la magia de los descubrimientos, sucedió algo sorprendente: al cabo de un tiempo esa pasta tóxica empezó a brillar y no sólo eso, sino que cuando se la sacaba a la luz y al contacto con el aire, ardía expontáneamente.
El caso es que inmediatamente se dieron cuenta de las posibilidades comerciales del nuevo compuesto que pasó a llamarse, ya lo adivinaron, "fósforo", que proviene del griego y significa "portador de luz". Incluso fue tan codiciado que -paradojas del destino- su valor económico era superior al oro: una onza (28-31 gramos aprox.) de fósforo se vendía por 6 guineas (unos 440 Euros de hoy). Mucho más de lo que valía entonces el dorado metal.Y este potencial negocio atrajo a muchos inversores codiciosos que querían sacar rápidamente tajada del descubrimiento. Pero había un problema y éste era evidentemente, la materia prima. Al principio , recurrían a colectas e incluso al ejército, pero aún así , los costos se hacían muy elevados para hacer viable el negocio de la explotación del fósforo a medio y largo plazo. Y encima, el olor a orina que tenía el compuesto...

Así que la cosa del fósforo y la orina se quedó ahí en suspense hasta que unos 50 años más tarde más tarde, sobre 1750 un sueco llamado Karl Scheele ideó la forma de obtener cantidades industriales de fósforo sin la porquería y el olor de la orina en su fabricación. Según parece, por esta maestría en la fabricación del fósforo los suecos se hicieron afamados fabricantes de cerillas, antes de la llegada de IKEA, por supuesto, la otra gran "contribución" sueca a la sociedad del bienestar.
Y mención especial merece también este personaje, Scheele. La historia (de la ciencia) ha sido algo injusta con él. Dicen que fue a la vez un tipo extraordinario y desafortunado. Extraordinario porque con sus investigaciones y casi sin instrumental avanzado, logró descubrir ocho elementos que os resultarán conocidos: cloro, flúor, manganeso, bario, tungsteno, molibdeno, nitrógeno y oxígeno. Y aunque parezca mentira, no fue honrado por ninguno de ellos. Y de ahí su desgracia: sus descubrimientos fueron o bien pasados por alto o publicados a destiempo, cuando ya se habían descubierto por otra parte. Descubrió también otros compuestos de uso frecuente hoy día como el amoniaco o la glicerina y fue el primero en darse cuenta del poder blanqueador del cloro (los populares folios de papel hasta hace poco se fabricaban con pasta celulósica blanqueada con cloro). Descubrimientos que hicieron a otras personas inmensamente ricas. Cosas del destino. Pero sus desgracias no acabaron ahí. Tenía una enfermiza predilección (nunca mejor dicho) a probar los efectos de todos sus compuestos, incluidos el mercurio o el ácido cianhídrico, un compuesto éste último con tal fama de venenoso y letal que fue utilizado un siglo más tarde por otro científico de renombre, E. Schorödinger para un controvertido y complejo experimento mental : el gato de Schorödinger que se aplicaría luego al concepto del espacio/tiempo con la postulación en 1957 por Everett de la teoría de los Universos Paralelos, que explica que a todos los eventos que se producen en nuestro Universo, corresponden eventos iguales pero distintos en comportamiento en otros universos paralelos . O sea, que si yo hoy decido escribir este post en otro lugar del universo estaré escribiendo otro totalmente distinto...por ejemplo.

Bueno, volviendo a este post, a la Tierra y a Scheele , la cuestión es que por este afán de probarlo todo acabó pasando factura y murió en 1786 con sólo 43 años , con la cabeza apoyada sobre su mesa de trabajo y rodeado de sustancias tan peligrosas que cualquiera de ellas podría haberle causado la muerte por inhalación. Tal vez si Scheele hubiera sido anglosajón sus descubrimientos del cloro o del oxígeno le hubieran bastado para alcanzar una justa y merecida fama, pero era sueco y sus publicaciones siempre llegaron tarde, cuando ya sus descubrimientos habían sido atribuidos a otros científicos y publicados en otras prestigiosas publicaciones. Lo dicho, una persona desgraciada.

Así que cuando aún lleguen a tiempo de poder encender el fósforo de una de las últimas cerillas que se fabriquen o cuando, en esos minutos de tiempo muerto que se hacen a menudo para atender nuestra necesidades fisiológicas, dejen volar la imaginación en el urinario o baño de turno y recuerden a gentes como Brand o Scheele y piensen que la historias de la ciencia son, mas allá de las fórmulas y las leyes que nos enseñaron en la escuela, tan apasionantes e inesperadas como la vida misma.

* BRYSON, BILL: "Una breve historia de casi todo" (2004) RBA Libros S.A

(La imagen del post es una fotografía del artista Chema Madoz)

14 comentarios:

Red Utopía y Educación dijo...

¡Enhorabuena, Manuel!

Me ha encantado tu post y comprobar cómo las cosas se hacen sencillas o difíciles en función de cómo se cuenten...

¿Hago yo la pregunta inevitable? Venga, "me mojaré": ¿por qué no nos contaron estas cosas nuestros profesores? ¿por qué tengo la sensación de que no las cuentan?

También "sufrí" las "ciencias puras" de COU.

Un abrazo.

@luisutopia

©Lola dijo...

Una vez hice una cosa que me hace consciente de hasta qué punto puedo llegar a ser tonta: hice el COU de "ciencias puras" para pertenecer al grupo de los inteligentes.
Cuando la Historia o la Ciencia sabemos que la hicieron personas, cuando lo contamos en clase, el interés es absolutamente mayor.
Seguimos sabiendo qué hacer, seguimos sin hacerlo. Que nos den candela.

Unknown dijo...

Mi experiencia con las ciencias fue tan teorica, tan arida y tan dura... que me pase a letras puras en cuanto pude. Siempre me he considerado una negada para el razonamiento cientifico por culpa de esta circunstancia, ahora que vivo en una familia muy de "ciencias" he empezado a verle la utilidad, la importancia, la practicidad y la parte l´´udica que siempre se me nego.
Perdon por la falta de tildes, pero me salen dobles ;)
Excelente entrada Manuel

©Lola dijo...

Por cierto, qué bonito escribes...

Fernando G. Gutiérrez dijo...

Muy bueno, Manu, ciencias entretenidas y humanas. Yo también letrero, por eso lo aprecio más.

Carlos dijo...

Que razón tiene Lola, que bonito escribes! te imaginas aprender ciencias así, que divertido sería!!
Por cierto me guardo la bibliografía del libro.

Manuel dijo...

Gracias Luis, lola, Estrella, Fernando y Carlos. Gracias a tod@s por pasaros y comentar por esta ínsula del atolón de la blogosfera

Nicolasa Quidman dijo...

Qué bonito, Manuel, unas historias preciosas contadas de forma tan personal...

Me gustaría que además supieras lo poco que se estudian estas cosas, aún cuando estudias toda una carrera de Ciencias Químicas... Lo que aprendí en el bachillerato, y luego no volví a usar (o rara vez) como la historia, la filosofía, la literatura... para mí son tristemente asignaturas pendientes...

Lo que cuentas, y lo que cuentan tod.s en sus comentarios es una constante, que puede decirse de cualquier materia. Pero ahí estamos nosotros, deseando romper ese rollo, ¿no?

¡Enhorabuena por el post!

Luis Miguel Iglesias Albarrán dijo...

Ante todo, os deseo lo mejor para el próximo año y que aparezcan, al menos, 2011 blog más como éste.

"Humilde servidor quien escribe" intenta hacerlo de esta otra manera que comenta @luisutopia e intento hacerlo día a día en el aula, contando lo que leo en un periódico, en un libro, en una conversación, en un blog o escucho algo de interés y, extenderlo, a la red, cual mancha de aceite que deseo expandir. No voy a citar nada en particular, pero dando una vuelta por mi blog se pueden ver muestras evidentes de "estas otras mates" que nos gobiernan y que "no vemos" porque nadie nos ha quitado la venda.

¿Es fácil? ¿Difícil? Yo diría, que ni una cosa ni la otra. Hay que querer, hay que ponerse, hay que intentarlo, ... una vez calará más y otra vez menos pero, seguro, seguro, que algo queda. Esa es mi teoría y es la que pongo en práctica, + acertada o -, pero es mi modo de ver las cosas.

Coincido con @Lola en que cuando se enseña de otra manera y se le muestra esta cara de las matemáticas, que yo llamaría, Cara A y no B, de las ciencias en general y de cualquier otra materia, la posición que adopta el alumno/a frente a la misma, va sufriendo una transformación en positivo de acercamiento y motivación hacia el aprendizaje, que la palpas día a día en el aula y que él/lla misma intenta transmitir a sus iguales, al instante y, enciman lo hacen genial.

¡Aprovechémoslo! Nunca antes hubo tantos medios ni tan buenos portavoces como los alumn@s actuales.

Enhorabuena Manuel, de corazón.

PD: Me voy que se acaba el año y me coge escribiendo. ¡Estoy tan a gusto, hablando de estas cosas!

Luis Miguel Iglesias Albarrán dijo...

Amplio el comentario que se me ha pasado, pero creo que ha quedado claro en el mismo que coincido al 100% con la amiga Nicolasa Quidman, cuando indica: "Pero ahí estamos nosotros, deseando romper ese rollo, ¿no?"

Ahí estamos y ahí seguiremos.

Gracias a tod@s.


¡Enhorabuena por el post!

Manuel dijo...

Agradezco de corazón todas vuestras generosas intervenciones, porque me ayudan mucho a conocer lo que de mejor hay en las de por sí excelentes personas que sois cada uno de vosotros.Y me alegra que sea a través de este humilde post que sólo pretendía resaltar la ilusión de aprender que me genera cuando leo esas apasionantes historias de vocación por la ciencia, sufrimiento y superaciónes. Y me preguntaba si en algún momento debíamos aprender a contar las cosas de otra manera, es decir, tal como fueron realmente porque en algún momento alguién decidiera que debía enseñarse límpia de impurezas y de historias: con fórmulas, símbolos, principios,teoremas y leyes.

Red Utopía y Educación dijo...

Hola, de nuevo:

@luismiglesias - Es un placer encontrarte. Solo he hecho una vista panorámica de tu blog y quedo absolutamente impresionado por tu capacidad de trabajo y la cantidad de recursos que eres capaz de movilizar. Efectivamente, hay excepciones. Hay muchas personas como tú, como Manuel, como María, como Lola... intentando hacer las cosas de otra manera. Por motivos que no vienen al caso, he tenido la suerte de visitar muchos centros tanto de Primaria como Secundaria y comprobar que hay mucha más gente cambiando cosas de las que pudiera parecer. Siguen siendo minoría, pero quiero creer que crece con fuerza.

@NicolasaQM Sí. En todas las asignaturas hay mucha gente que no motiva, que no hace el esfuerzo de centrarse en lo relevante, en lo interesante, en lo cercano... Pero creo que hay asignaturas con un peso de la tradición y con una presión social que no tienen otras. En este sentido, las ciencias, entran para mí en ese esquema. En cambio, los que "da igual lo que hagamos", los de esas asignaturas recientes "que no valen para nada", no tenemos esa presión ni esa tradición. Alguna ventaja tenemos que tener. Y eso no significa que todo (ni todos) lo hagamos bien. No es bueno generalizar.

Gracias, Manuel, porque tus inquietudes nos movilizan, nos activan, nos hacen pensar y aprender...

Seguimos... Abrazos...

@luisutopia

Mila Solà Marqués dijo...

También me ha encantado tu artículo Manuel .Ya Lola, Estrella,Fernando, Carlos, Manuel, Nicolasa, Luis Miguel, luisitopía y Manuel lo han comentado con gran ternura y profesionalidad como tienen que ser los maestros de este ya casi 2011.
Al final, el deseo de aprender ciencias, letras, filosofía, música, arte... y que intentamos transmitir a nuestro alumnado- supera con creces a los mediocres 'noenseñantes' que hayamos tenido que soportar en nuestras infancias respectivas. Un abrazo a tod@s y Feliz Año, Mila

Juanfra Álvarez dijo...

Anodadado me has dejado!!
Si no tenía bastante delito con haber descubierto hoy, último día del año 2010, dos maravillosos proyectos en los que andas embarcado, me descubres este blog y este post.
Qué capacidad de redacción. Que fluidez de las palabras.
Bueno, tengo que decir en defensa de los profesores de Ciencias que no todos hacen sufrir a sus alumnos la Química, la Física, etc. y que hay bastante profesores de ciencias por ahí que hacen uso de la historia de la ciencia en sus clases, y de las pequeñas prácticas o experiencias de laboratorio de forma asidua, que realizan con sus alumnos/as pequeños proyectos de investigación donde éstos adquieren cierto protagonismo investigador, etc.
Pero me encanta este ejemplo. Fenomenal para aplicarse el cuento y pararse a reflexionar sobre lo que está pasando en la enseñanza de las ciencias.
Gracias Manu