lunes, 26 de diciembre de 2011

Crónica de instantes (X): La historia, la luz y la arena




¿Puede dibujarse la historia de un país en la arena? Ya los indios navajo habian hecho de la arena un arte mágico y ritual de sorprendente belleza. En Ínsula Dulcamara ya llevé este arte efímero a mi museo imaginario aquí y aquí. De todas formas, la arena también se ha utilizado en los rituales de otras culturas y pueblos en Asía, Oceanía y África. Kseniya Simonova, una joven artista ucraniana retoma este modesto material para hacer sorprendentes presentaciones artísticas con cajas de luz sobre la reciente y traumática historia de su país, apoyadas por la luz y la emotividad de la música. Se dice que comenzó a dibujar en arena tras el colapso de su negocio como consecuencia de la crisis de crédito. Luego, se presentó a un conocido concurso televisivo y ganó. Comenzó a ser reconocida.

En cierta forma, sus "proyecciones" de arena recuerdan a aquellas viejas sesiones de linterna mágica que desde muy antiguo cautivaban a pequeños grupos y que fueron la antesala de lo que luego, pasado el tiempo, vino a ser el invento del cine. Pero ésta es otra historia...

Linterna Mágica, ilustración del siglo XVIII

Las manos expertas y sensibles de
Kseniya Simonova mueven la arena, cambian de escena y significado en cada minuto, cuentan una historia o muchas historias. Es posible que estas obras no cuelguen en Arco o en los grandes mercados del arte, porque es algo más que el valor de unas monedas. Pero en las redes sus obras son todo un acontecimiento, sólo hay que ver la cantidad de visitas y elogios que reciben sus vídeos en Youtube.

Un arte grande, grandísimo, pero efímero e irrepetible, como buen arte. No sólo sabe plasmar arte con sus manos en cuestión de segundos. Son obras que, cosa rara hoy día, mueven los sentimientos de la gente, son pequeñas luces, crónicas de instantes que guardo para mi Museo Imaginario.



Felices Fiestas.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Crónica de instantes (IX): tres años en Ínsula Dulcamara

Fotografía de mi serie "Poemas visuales"

Tanto ajetreo. No había caído que casi por estas fechas y hace tres años, una diminuta islita bloguera nacía en mi pequeño y sosegado mar interior, en el inmenso y agitado océano de la blogosfera. Una islita a la vez dulce y amarga como la flor que da su nombre a este blog. Tres años que no significan gran cosa en términos generales pero son un mundo cuando has visto día a día tu hijo crecer, has llorado la amarga despedida de tanta gente amiga y querida, de una parte de tu misma familia...

Tres años son muchas piedras en el camino, en el río de la vida. Empecé este blog en circunstancias difíciles escribiendo pequeños poemas -esas "raspaduras del alma" que las llamaba Antoni Artaud- y publicando mis fotopoemas visuales como el que encabeza ahora este post. Luego vinieron los deslumbres, las crónicas, los haikus, el arte, la música y las cosas de la vida.

"Mis manos" Fotografía de Nieves Diego

Mientras tanto, el mundo se estremecía , se hacía convulso y complejo. Tsunamis naturales y sociales. Fukusima, el #15M, la crisis...Fricciones, fallas del tiempo presente y la memoria...

#SpanishRevolution (People Have The Power ) on PhotoPeach

Así que ya termino, agradecido a quienes por aquí en algún momento se pasaron, se pasearon y escriberon en la orilla sin bordes de Insula Dulcamara , a mis amigos, los de aquí y los de allá. A todos y a todas, gracias, les dejo con este vídeo llamado "Dulcamara Concept" que invita a pensar en eso, en el verdadero valor de los instantes...Sean felices.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Crónicas de instantes (VIII): La belleza del polen



Este maravilloso vídeo, "The Beauty of pollination", me ha hecho recordar un tiempo de juventud donde estuve trabajando durante varios veranos con un colmenero amigo de mi familia, para poder costearme en algo los estudios de Bellas Artes. Fue una experiencia muy dura pero apasionante. "Para la abeja una flor es una fuente de vida, para la flor una abeja es una fuente de amor" creo que me dijo -o me leyó de no se dónde- alguna vez Sebastian el "Cepa", que así se llamaba el tal colmenero. Por eso, y con aquel recuerdo zumbándome en la cabeza, me apetece hoy -en pleno invierno, puede parecer extraño- hablar de ese espectáculo fabuloso de la naturaleza que es la polinización.



Por eso y también porque en aquella época leía con interés al viejo anarquista y naturalista ruso Kropotkin (en concreto, su gran ensayo "El apoyo Mutuo", dejo PDF para quien quiera curiosear) y porque la vida diaria de las abejas y las flores, quitando algunas "esclavitudes" de su condición animal o vegetal, nos enseña, extrapolando su ejemplo, a trabajar por el bien común, a convivir en sociedad o en líneas más generales, a respetar las leyes naturales y el medio ambiente. Sin embargo, hablamos con frecuencia de "colmena" en negativo, para referirnos a multitudes "emborregadas" o "hacinadas" en aglomeraciones urbanas.
Somos así de desagradecidos.

Sí, recuerdo que el interior de una colmena era asombroso, hipnótico casi con ese ir y venir constante, ese brutal zumbido de miles de enfurecidas abejas o ese olor dulzón de la cera, la jalea y la miel alrededor ; la naturaleza misma en su conjunto es asombrosa, una crónica de instantes que casi rozan la magia y la poesía absoluta. Las flores y los insectos constituyen el más claro ejemplo de mutualismo entre el reino animal y el vegetal. Las bellas imágenes del vídeo lo corroboran por sí mismas.


En la nombrada y (mas que nada) espectacular película "Avatar" vimos a unos seres extraños y azules que se "conectaban" literal y biológicamente con las plantas, las flores e incluso, los animales. Nosotros muy lejos de eso, al ser una especie en un inquietante "peligro de expansión", a unos los hemos ido apartando de nuestro camino, exterminándolos poco a poco , dejándolos sin sus hábitats o poniéndolos en serio "peligro de extinción" y a las otras, las plantas y las flores las hemos tratado algo mejor, pero sólo por su "apariencia" como preciados objetos de belleza, ricos en simbolismos y mitologías (narcisos, rosas, orquídeas, crisantemos, etc) , no como "milagro biológico" y eso será por el mero hecho de que siempre las hemos tenido alrededor, siempre y sin nada a cambio, nos han ofrecido cada primavera una explosión de vida y color en nuestros campos y jardines.

Miles de años de evolución de plantas e insectos que han tenido que adaptarse unos a otros mutuamente, de modo que ambos consiguen grandes ventajas con ello. Cada primavera las flores inician la más espectacular de las revoluciones. Si el color, la elegancia, la gracia y la fragancia de las flores nos seducen, atraen y despiertan nuestra sensibilidad, dentro del universo natural no están concebidas para representar nuestros sentimientos o incitar a la poesía o el haiku, sino para atraer, seducir e incluso, engañar de mil sorprendentes maneras a los insectos (hay más de un millón de especies en el mundo) polinizadores, que hacen de valiosos intermediarios en este proceso de gestación de la vida vegetal.

El término polinización científicamente hace referencia al desplazamiento o trasiego del polen desde una flor que lo produce, a otra flor de su misma especie, en principio, que lo recibe. Este fenómeno tan corriente, tan sencillo a primera vista, tan intrascendente para gran parte de la gente, trae asociado unas consecuencias inmediatas y de gran importancia, como son la formación del fruto, de una importancia vital en la agricultura y la formación de la semilla, que le servirá al vegetal para perpetuar su especie y multiplicarse. Y el resto de la cadena ya lo sabemos: el oxígeno y en definitiva, la posibilidad de la vida
.

Por eso, ver a los insectos trajinar y polinizar entre las flores es un espectáculo digno de una superproducción, la de la vida. Piensen en eso. Pero ¿Qué pasaría si desaparecieran por ejemplo, las abejas? Este vídeo puede darnos una idea de la catástrofe.

Y cierro, como empecé, con poesía, con cinco haikus, cinco crónicas de pequeños instantes (no muy ortodoxos en su métrica pero sí metidos en su "cápsula de poesía" como los llamaba Octavio Paz ) dedicados a esta magia alada en miniatura que son precisamente, las mariposas
.

I
La felicidad debe ser esto:
dos alas volanderas
en la fugacidad de un instante.

II
Sobre las flores del rocío
las mariposas
liban al vuelo los suspiros.
III
Simetría perfecta
en un mundo
descompensado de belleza.
IV
Vida efímera,
fatalmente escrita
en el esplendor de tus alas.


V
Hasta en su huida
la mariposa
parece no tener prisa.

viernes, 2 de diciembre de 2011