"Cuando se realiza un sueño se produce una bacante en el territorio del deseo.
Con esta cita de Juan José Millás inicio mi serie de "Mixturas insulares", una suerte de duetos ( y tríos, tal vez) entre imágenes, músicas y textos que son condenados - por una u otra fortuita circunstancia- a encontrarse en un no lugar no muy lejos de mi mismo.
Al volver a ver un momento la foto "La pecera" de Herbert List pensé en esa frase que le leí al escritor Millás en una de sus recopilaciones de textos periodísticos. Pensé en el pez y pensé en el mar. Ese mar que tenemos a nuestro alcance pero inalcanzable por estar inmersos (e inmensos) en nuestro propio y seguro mar interior, esclavos de la rutina tal vez o tal vez esclavos de nosotros mismos y de las corrientes por las que nos dejamos llevar.
Abajo, el mar. Tal vez el pez se lo esté pensando. Tal vez podría saltar y no lo hace. Tal vez piense si vale la pena el sacrificio de lanzarse a mar abierto. Tal vez el mar sea sólo un espejismo fruto de su fatal y asfixiante encierro. Es la belleza que encierra esta maravillosa fotografía del maestro List, que condensa con tan pocos elementos (agua, pez, pecera) todo el inabarcable territorio del deseo. Una imagen poderosa que nos habla más de lo que representa, por lo que tiene de universal y primigenia, por lo que tiene de misterio.
Tal vez la misma foto con la pecera vacía me haría pensar más aún en "la bacante en el territorio del deseo" que escribía Millás. Y no es poca cosa que simples imágenes te hagan pensar al contemplarlas y llenes de sentido el vacío que dejan cuando las miras y no las ves.
Gracias dobles.
Al volver a ver un momento la foto "La pecera" de Herbert List pensé en esa frase que le leí al escritor Millás en una de sus recopilaciones de textos periodísticos. Pensé en el pez y pensé en el mar. Ese mar que tenemos a nuestro alcance pero inalcanzable por estar inmersos (e inmensos) en nuestro propio y seguro mar interior, esclavos de la rutina tal vez o tal vez esclavos de nosotros mismos y de las corrientes por las que nos dejamos llevar.
Abajo, el mar. Tal vez el pez se lo esté pensando. Tal vez podría saltar y no lo hace. Tal vez piense si vale la pena el sacrificio de lanzarse a mar abierto. Tal vez el mar sea sólo un espejismo fruto de su fatal y asfixiante encierro. Es la belleza que encierra esta maravillosa fotografía del maestro List, que condensa con tan pocos elementos (agua, pez, pecera) todo el inabarcable territorio del deseo. Una imagen poderosa que nos habla más de lo que representa, por lo que tiene de universal y primigenia, por lo que tiene de misterio.
Tal vez la misma foto con la pecera vacía me haría pensar más aún en "la bacante en el territorio del deseo" que escribía Millás. Y no es poca cosa que simples imágenes te hagan pensar al contemplarlas y llenes de sentido el vacío que dejan cuando las miras y no las ves.
Gracias dobles.
Blogalaxia tags: Arte Fotografía Minihistorias Herbert List Metafísica
1 comentario:
Hola amigo, no me han dado traslado, tendré que esperar a otra "vacante", el año que viene.
Perdona la tonteria, te escribo para decirte que hay un encuentro de edubloggers o algo así el 15 de Mayo en Almería Yo voy a ir, ¿te apuntas?, http://cepindalo.es/edublogs/ ahí tienes el enlace por si te interesa
un saludito
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