Aquella noche llovía (también) a mares en mi pueblo. No teníamos televisión aún, si mal no recuerdo. Entonces era yo un mocoso de 8 o 9 años. O tal vez 10, no sabría precisar. Daban por la UHF ( la "segunda cadena" de entonces ) la mítica película de King Kong, la original de 1933 en obligado y riguroso blanco y negro. Yo quería verla a toda costa y fui a casa de mi Tía Vítora que sí tenía televisión. A mitad de la película se fue la luz, posiblemente debido a la tormenta o por culpa de los fusibles de la casa. Lo cierto es que cuando se restableció el suministro eléctrico me había perdido un buen trozo de película, entre el cual estaba la famosa escena del enorme gorila escalando el Empire con Anne (la muchacha) y sufriendo el acoso de los aviones. En el colegio recuerdo que incluso nos castigaron ( en concreto fue D. Manuel, un rancio maestro con "bigote recortado" de la "vieja escuela " a quien le gustaba usar en demasía la palmeta y hacernos cantar - sí, aún vivía Franco- el "Cara al sol" por las mañanas) a quieres reconocimos inocentemente haber visto la película, ya que estaba clasificada ¡¡con un "rombo" !!.Tardé algunos años en volver a verla ya completa , con los trozos ( de supuesto contenido erótico o violento) que la férrea y mojigata censura franquísta ( junto a la larga sombra del Código Hayds) había suprimido o sutilmente oscurecido y por supuesto, con aquella mítica escena que el apagón me privó y que yo imaginaba por lo que contaba el chavalerío.

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