En uno de sus capítulos habla del inventario de esplendores que es la naturaleza y de un concepto en especial tan frágil como maravilloso: la belleza. Y a continuación nos habla del arte como uno de los mayores esplendores que ha concebido la imaginación humana.
De la serie de las "Constelaciones" de Joan Miró
Fotografía vía Observando la naturaleza
Pero quisiera no desviarme por el planeta mundo y volver a la "modesta" desaparición de una sola especie de mariposa, tal vez incluso ciertas personas se alegrarían si se trata de una especie que causa daño en los campos. Me viene a la mente una especie en concreto que tal vez la gente conozca o haya visto alguna vez. En su forma de oruga es un vistoso ejemplar de un llamativo color verde pistacho claro, cuyos anillos de un negro aterciopelado, están punteados de manchas amarillas o anaranjadas, casi del color del azafrán. De ella nacerá otro ser no menos espectacular y bello, el macaón o mariposa del hinojo (papilio machaon) que a buen seguro habéis visto revolotear por jardines o campos.
Fotografía vía Naturateca
Si alguna vez la habéis observado con detenimiento recordaréis ese inventario de esplendores concentrado en esas diminutas alas entonadas de un bello amarillo claro y ribeteadas de un profundo negro, salpicado de motitas también amarillas, como polvo de oro; en esos cinco ocelos en las alas posteriores, de un intenso azul aterciopelado enmarcados en franjas negras como un vitral de Matisse; en las manchas de color carmín que anteceden al bello ápice punteado del borde de las alas; en las gráciles antenas dignas de un trazo lineal del mejor Miró, en ...en definitiva un objeto admirable, digno de provocar la emoción de la belleza, esa belleza efímera que hace estallar hermosos haikus en los grandes poetas japoneses del género y humildemente en este aprendiz en Haikus (o casi) al vuelo, esa belleza que solo el arte puede recoger como testigo, de la certidumbre de estar en presencia de una perfección formal en la cual no puede cambiarse ningún detalle sin causar un daño irreparable.
Y como dice el mismo Hamburger, "la historia del arte es la de un milagro permanente de la libertad humana. Sonidos, palabras, formas creadas íntegramente cambian los colores de la vida, tiene la capacidad de hacer nacer un sentimiento singular y propiamente humano, el sentimiento de admiración".
Así que, con el mismo sentimiento de admiración hacia el arte y la belleza con que un día esta Insula Dulcamara emergió, también despido hoy este post y dejo que cuanto he escrito repose y sea reposo de mis muchas admiraciones y asombros, para quien quiera detenerse o sacudirse por un momento del polvo de la rutina.
No dejen de asombrarse...
3 comentarios:
Espero, y deseo, que esta pausa literaria sea como el sueño temprano de esa oruga que le permite metamorfosearse en otro ser mucho más bello y admirable aún.
Que bien aquí, o en cualquier otro medio, podamos seguir disfrutando de tus ficciones y aficiones (las aflicciones las dejo para tu intimidad ;) que tanto y tan bueno nos hacen pensar.
Siempre es un placer leerte, amigo Manuel.
Como siempre paso por tu Ínsula fugazmente, pero también siempre acabo reposando sobre ella para respirar.
Me ha gustado mucho tu x-penúltimo-post y espero hacerme con el libro que mencionas.
Un abrazo Manuel.
lee un comentario que he hecho en la entrada de CAIDAS te vas reir creo
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