Esos surcos hundidos son las cicatrices, las simas de nuestros cardiomapas humanos. Algunos discos "se rayan" y repiten y repiten una misma nota. Son vidas que quizá se perdieron o no terminaron de encontrase. Gracias Lola por hacer girar el viejo tocadiscos y poner la aguja "en la llaga". Bienvenida a Dulcamara.
echo de menos esos discos que tengo guardados en un desván. Los he sustituido por sus réplicas en cd o mp3, pero no es lo mismo. Ese tamaño de las carpetas de 33 cm no tiene comparación. Había discos que valían la pena sólo por la portada.
Así es Félix y gracias por pasarte dpor esta ínsula de navegantes. Los viejos discos de vinilo tienen su fetichismo. Incluso muchos grupos de renombre siguen aún publicando sus trabajos también en vinilo. En cuanto a las portadas, tienes razón. Muchas eran verdaderas obras de arte. Algunas de ellas míticas. Recuerdo especialmente la de grupos como Yes, Santana, etc. Las portadas, contraportadas y libretos de los clásicos discos de Blue Note o Norman Graz son irrepetibles en la minúscula caja de un CD. Aparte de fetichismo y disfrute de sacar el disco de la funda interior, limpiarlo a conciencia, ojear la canción y la cara (A o B) que vas a pinchar, dejar caer suavemente la aguja sobre el disco, sentarte y disfrutar del irrepetible ( aunque imperfecto sonido) del disco de vinilo.
5 comentarios:
Y algunos surcos están tan hundidos como los sentimientos que provocaron su reiteración.
Esos surcos hundidos son las cicatrices, las simas de nuestros cardiomapas humanos. Algunos discos "se rayan" y repiten y repiten una misma nota. Son vidas que quizá se perdieron o no terminaron de encontrase.
Gracias Lola por hacer girar el viejo tocadiscos y poner la aguja "en la llaga".
Bienvenida a Dulcamara.
echo de menos esos discos que tengo guardados en un desván. Los he sustituido por sus réplicas en cd o mp3, pero no es lo mismo. Ese tamaño de las carpetas de 33 cm no tiene comparación. Había discos que valían la pena sólo por la portada.
Así es Félix y gracias por pasarte dpor esta ínsula de navegantes. Los viejos discos de vinilo tienen su fetichismo. Incluso muchos grupos de renombre siguen aún publicando sus trabajos también en vinilo. En cuanto a las portadas, tienes razón. Muchas eran verdaderas obras de arte. Algunas de ellas míticas. Recuerdo especialmente la de grupos como Yes, Santana, etc. Las portadas, contraportadas y libretos de los clásicos discos de Blue Note o Norman Graz son irrepetibles en la minúscula caja de un CD. Aparte de fetichismo y disfrute de sacar el disco de la funda interior, limpiarlo a conciencia, ojear la canción y la cara (A o B) que vas a pinchar, dejar caer suavemente la aguja sobre el disco, sentarte y disfrutar del irrepetible ( aunque imperfecto sonido) del disco de vinilo.
Como siempre hay que alabar tu certeza en las imágenes que usas, tanto las icónicas como las mentales. Sos un poeta, boludo...;-) Un abrazo.
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